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miércoles, 21 de marzo de 2012

Parábola de la bellota y el roble

El potencial de una persona está dentro y solo consiste en sacarlo, técnica de  coaching .

Como el roble está latente en el fondo de la bellota,
la plenitud de la persona humana,
la totalidad de sus posibilidades creadoras y espirituales
está en el fondo del ser humano incompleto
que espera en silencio la oportunidad de aflorar.


Ira Progoff, citado en El diario íntimo. Buceando hacia el yo profundo,
  1. de José Vicente Bonet. Ed. DDB, Bilbao.

viernes, 9 de marzo de 2012

Faltó la L

















Me ha parecido impresionante el partido realizado el miércoles 8 de marzo de 2012 por el Athletic de Bilbao ante el Manchester en el teatro de los sueños (Estadio Old Tradford). Y después de haber escuchado el montón de halagos, adjetivos y  reconocimientos que han recibido los rojiblancos, no he podido menos que lanzarme a escribir este sencillo post.

A los leones creo que sólo les faltó la "L". Me explico: se presentaron en Old Tradford habiéndola olvidado. Pero no les fue mal, ya que esa "L" perdida fue lo que hizo que cambiaran la catedraL, ese campo tan explendido y entendido, por cátedra, que fue lo que sentó el Athletic en el partido jugado con el Manchester.

Por la noche, escuchando las entrevistas realizadas a los jugadores, me quedé con unas declaraciones de Llorente. Decía que le emocionó al salir a calentar al campo y ver 8.000 personas de Bilbao animándoles. Pues bien, ahí es donde  faltó la "L" una vez más, ya que no eran tanto personas de Bilbao como deL Bilbao, que es un equipo con muchos seguidores de fuera de la ciudad, y a buen seguro que ayer se encontraban acompañando a los leones.

En el mundo de las autoescuelas, quien lleva la "L" está todavía en periodo de aprendizaje. No tiene aún todo el control, se le considera novato y, tradicionalmente, tenía un límite de velocidad. Pero el Athletic nada de eso ayer demostró. Su comportamiento fue el de un equipo con experiencia, con un control total sobre el balón y el juego. Y lo del límite de velocidad no fue para él. Demostró una rapidez tanto mental, física, como en el manejo del esférico.

Ayer vi en este equipo objetivos, faro (salió a ganar desde el principio), esencia, emoción, valentía y no estuvieron solos (les acompañó su afición). Son todos componentes que se desarrollan y potencian en un proceso de coaching.
V.L.

miércoles, 7 de marzo de 2012

Diario de un trained (asalto 1)

Antes de nada, me presentaré: soy Martín Ruiz, periodista y gestor de comunidades on-line. Desde febrero de 2012 me encuentro en el ilusionante reto de echar a andar los canales de Twitter, Facebook, Linkedin y, seguramente, Youtube de Veis Coaching, y colaboro en el blog y la página web. Es una de las empresas con las que colaboro profesionalmente como gestor de comunidades.


A Veis Coaching llegué para diseñar su estrategia comunicativa y alimentar con buenos contenidos sus medios on-line. Pero, mi perspectiva de este mundo ha cambiado cuando, a raíz del descubrimiento de los grandísimos profesionales que hay en esta empresa y del margen de mejora que poseo, me he visto inmerso en un itinerario personal de coaching.


Así que, mientras dure este proceso, lo contaré como "trained". Vamos, como entrenado. Como profesional que está en proceso de redescubrimiento para sacar lo mejor de sí mismo.  


Esto de "sacar" puede sonar extraño en una época en la que parece que todo el mundo piensa en "meter" dentro de sí cosas: sustancias, televisión, cursos, más cursos... Es impresionante cómo las colas que se hacen ante los centros de formación de Forem o del Servicio Navarro de Empleo... decenas de personas esperando a bajo cero desde la noche para asegurarse la plaza en el curso de turno. Yo, en un año ya no sé ni cuántos llevo: Habilidades directivas, Community Manager y gestor de redes sociales, Diseño web y multimedia, Organización de eventos y Protocolo, Facebook avanzado para empresas, Herramientas jurídicas para Community Managers, Posicionamiento SEO, Kit de supervivencia en Internet...


Porque, para trabajar, hasta ahora había bastado con cierto talento natural. En mi caso, las carencias en organización y habilidades sociales las compensaba profesionalmente con capacidades en comunicación, sobre todo escrita, capacidad de análisis y mucha creatividad. Esto hacía que yo no me plantease mejorar, y siguiese en "mi zona de confort". Era una especie de fubolista que apenas entrenaba, porque me veía capaz de hacer cuatro regates cada partido y lanzar un balón a la escuadra. Y con eso me bastaba para ser titular.


Pero ha llegado un momento en el que la situación laboral hace que ya nada sea suficiente para seguir en el terreno de juego. Esto se agudiza en sectores en plena crisis de modelo de negocio, como es el caso del periodismo impreso, donde he trabajado la última década.


"A ti te vendría muy bien un proceso de coaching", me espetó la semana pasada Víctor Larreta, socio de Veis, unos días después de conocernos. Me propuso un análisis 360. Que, por lo que pude entender, consiste en que yo escriba en un papel cómo soy, y pida a ocho personas que me conocen que escriban también cómo me ven. No puedo saber quién ha escrito cada papel. Luego, a partir de ahí, podré conocer la imagen que doy, lo que estoy haciendo bien, para reforzarlo, y los aspectos a trabajar.


Lo primero que me surgió fue "no puedo encontrar ocho personas". Ya estaba ahí el famoso "saboteador", diciéndome que no siguiera, que no era posible y, aunque lo fuera, no serviría para nada. Víctor me pidió que dijera en voz alta a quién se lo puedo pedir: "A ver... mi hermano, mi padre, mis dos compañeros de trabajo, un profesor, un amigo de la parroquia, una compañera de cursillos..." sin darme cuenta, ya iba diez personas.


Pero el saboteador seguía a lo suyo: "Es imposible conseguir que escriban cómo te ven todas estas personas y no saber de quién es cada papel". Víctor me puso a pensar de nuevo. Mediante preguntas, me hizo descubrir el modo de comenzar a vencer a "ese otro yo" con creencias limitantes. Llegué a la conclusión de que puedo pedir que me los manden por correo a mi casa, o mejor, a Veis, en un sobre, con mis virtudes y defectos impresos en un documento de Word. O mejor todavía, pueden mandar este documento impreso por e-mail.


Ya he pedido estos papeles a diez personas. Ahora, a esperar a que lleguen a oficina, y vencidas las acciones del saboteador y mi resistencia a salir de la zona de confort, me adentro en un proceso de coaching. Ya os iré contando.