miércoles, 7 de diciembre de 2011
Las herramientas del carpintero
En una carpintería se realizó una extraña asamblea, en la que las herramientas discutian sus diferencias. El martillo, revindicaba la presidencia. Pero el resto le exigía su renuncia. ¿El motivo? Hacía demasiado ruido y además se pasaba el tiempo golpeando.
El martillo lo aceptó, pero pidió que al destornillador se le negará también la presidencia ya que siempre daba muchas vueltas para conseguir algo.
El destornillador aceptó, no de buen grado. Pero pidió que tampoco se le otorgara la presidencia a la lija: es muy áspera con los demás.
La lija acató la situación, no si antes poner de condición que se le negara al metro la presidencia ya que siempre está midiendo a los demás, como si fuera el único perfecto.
Se abrió la puerta y entró el carpintero, que se puso a trabajar con todas y cada una de las herramientas que allí se encontraban, convirtiendo la rústica madera en un hermoso mueble.
Al ver tan bonito mueble acabado, el carpintero fue a tomarse un respiro. Entonces, las herramientas retomaron la asamblea, que fue interrumpida por el serrucho, que dio su opinión al resto: "Queda demostrado que tenemos debilidades, pero el carpintero trabaja con nuestras fortalezas y saca lo mejor de cada una".
Las herramientas tras una profunda reflexión entendieron que tenían puntos fuertes y que debían de centrarse en ellos. Ya que... el martillo era fuerte; el destornillador unía y daba consistencia; la lija era la más válida para limar asperezas; el metro era exacto y preciso; y el serrucho facilitaba la madera para que los demás pudieran demostrar sus habilidades.
Una gran alegría les invadió y les hizo sentir que eran un equipo capaz de trabajar juntos y de crear calidad.
Cuando las personas nos dedicamos a buscar defectos en los demás, la situación se pone tensa y se generan conflictos. Si nos dedicamos a ver los puntos fuertes del otro, todo es más fácil y mas creativo. Ver defectos en los demás puede hacerlo cualquiera. Ver las cualidades se reserva para los sabios.
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