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miércoles, 7 de marzo de 2012

Diario de un trained (asalto 1)

Antes de nada, me presentaré: soy Martín Ruiz, periodista y gestor de comunidades on-line. Desde febrero de 2012 me encuentro en el ilusionante reto de echar a andar los canales de Twitter, Facebook, Linkedin y, seguramente, Youtube de Veis Coaching, y colaboro en el blog y la página web. Es una de las empresas con las que colaboro profesionalmente como gestor de comunidades.


A Veis Coaching llegué para diseñar su estrategia comunicativa y alimentar con buenos contenidos sus medios on-line. Pero, mi perspectiva de este mundo ha cambiado cuando, a raíz del descubrimiento de los grandísimos profesionales que hay en esta empresa y del margen de mejora que poseo, me he visto inmerso en un itinerario personal de coaching.


Así que, mientras dure este proceso, lo contaré como "trained". Vamos, como entrenado. Como profesional que está en proceso de redescubrimiento para sacar lo mejor de sí mismo.  


Esto de "sacar" puede sonar extraño en una época en la que parece que todo el mundo piensa en "meter" dentro de sí cosas: sustancias, televisión, cursos, más cursos... Es impresionante cómo las colas que se hacen ante los centros de formación de Forem o del Servicio Navarro de Empleo... decenas de personas esperando a bajo cero desde la noche para asegurarse la plaza en el curso de turno. Yo, en un año ya no sé ni cuántos llevo: Habilidades directivas, Community Manager y gestor de redes sociales, Diseño web y multimedia, Organización de eventos y Protocolo, Facebook avanzado para empresas, Herramientas jurídicas para Community Managers, Posicionamiento SEO, Kit de supervivencia en Internet...


Porque, para trabajar, hasta ahora había bastado con cierto talento natural. En mi caso, las carencias en organización y habilidades sociales las compensaba profesionalmente con capacidades en comunicación, sobre todo escrita, capacidad de análisis y mucha creatividad. Esto hacía que yo no me plantease mejorar, y siguiese en "mi zona de confort". Era una especie de fubolista que apenas entrenaba, porque me veía capaz de hacer cuatro regates cada partido y lanzar un balón a la escuadra. Y con eso me bastaba para ser titular.


Pero ha llegado un momento en el que la situación laboral hace que ya nada sea suficiente para seguir en el terreno de juego. Esto se agudiza en sectores en plena crisis de modelo de negocio, como es el caso del periodismo impreso, donde he trabajado la última década.


"A ti te vendría muy bien un proceso de coaching", me espetó la semana pasada Víctor Larreta, socio de Veis, unos días después de conocernos. Me propuso un análisis 360. Que, por lo que pude entender, consiste en que yo escriba en un papel cómo soy, y pida a ocho personas que me conocen que escriban también cómo me ven. No puedo saber quién ha escrito cada papel. Luego, a partir de ahí, podré conocer la imagen que doy, lo que estoy haciendo bien, para reforzarlo, y los aspectos a trabajar.


Lo primero que me surgió fue "no puedo encontrar ocho personas". Ya estaba ahí el famoso "saboteador", diciéndome que no siguiera, que no era posible y, aunque lo fuera, no serviría para nada. Víctor me pidió que dijera en voz alta a quién se lo puedo pedir: "A ver... mi hermano, mi padre, mis dos compañeros de trabajo, un profesor, un amigo de la parroquia, una compañera de cursillos..." sin darme cuenta, ya iba diez personas.


Pero el saboteador seguía a lo suyo: "Es imposible conseguir que escriban cómo te ven todas estas personas y no saber de quién es cada papel". Víctor me puso a pensar de nuevo. Mediante preguntas, me hizo descubrir el modo de comenzar a vencer a "ese otro yo" con creencias limitantes. Llegué a la conclusión de que puedo pedir que me los manden por correo a mi casa, o mejor, a Veis, en un sobre, con mis virtudes y defectos impresos en un documento de Word. O mejor todavía, pueden mandar este documento impreso por e-mail.


Ya he pedido estos papeles a diez personas. Ahora, a esperar a que lleguen a oficina, y vencidas las acciones del saboteador y mi resistencia a salir de la zona de confort, me adentro en un proceso de coaching. Ya os iré contando.

2 comentarios:

  1. Me encanta ese proceso que estas iniciando, muy valiente. La parte del Yo saboteador es muy interesante... Ojala pudiera hacer lo mismo. Nos vemos Martin.

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    1. Muchas gracias, Severine. Creo que siempre es bueno mejorar. Si te decides, ya sabes dónde estamos

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